Detesto los funerales. Pasé sin saludar a nadie, crucé el salón directo a su ataúd. Nunca había visto a un muerto. El vidrio del féretro reflejó mi cara en la suya, contuve mi aliento y cerré un ciclo de machismo y hostilidad, puse las flores encima y salí de prisa, lloré hasta mojarme la camisa entre las criptas de mármol.
Mi bisabuelo murió hoy después de 98 años. Le hice una ofrenda de rosas blancas y botones de alcatraz que espero le den algo de paz en el infierno.
![]() |
No hay comentarios:
Publicar un comentario