Confieso que soy el más celoso, maligno y posesivo; que todo el amor y toda la atención debe ser mía total y absoluta. Que me hierve la sangre y se me saltan las venas si alguien disfruta lo que es mío. Si he de compartir, en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia, sólo yo puedo decidir con quién.
No me gusta hacer cosas malas pero si me orillan, incluso lo disfrutaré.