Antes de acostarme encontré una carta cubierta de polvo, estaba en el lugar en el que la dejé hace siete meses. No había tocado casi nada a mi alrededor por que no queria invocar a los recuerdos hasta que me sintiera mejor... Ese momento llegó y pude releerla a carcajadas.
Luego de las risas me acosté y después de hacer mis decretos previos al sueño empecé a sentir comezón en los nudillos, luego en el dorso de la mano. Me unté hidratánte, intenté relajarme respirando pero todo fue inútil, la comezón no me dejó dormir y cada minuto era peor.
... Soy alérgico a los recuerdos.
2 comentarios:
... al menos no a los camarones! los recuerdos son buenos de vez en vez, te recuerdan tus errores, tus momentos felices, pero sobre todo, la persona que una vez fuiste y que nunca debes volver a ser.
y que lo digas...yo no soy alergico...pero si un poco adicto,maaaal
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