Cuando terminé mi carta la até al hilo del globo y salí con mis hermanos a enviar las cartas al cielo "a la 1 a las 2 y a las 3" pero mi globo no se elevaba por mas que lo aventaba y le soplaba... mis hermanos despedian con emoción a su carta pero la mía estaba en el suelo.
Moraleja:
No satures tu carta de brillantina y lentejuela,
¡Las cartas jotitas no van al cielo!
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