abril 10, 2011

Perdonar jamás.


Alisté mi shampoo en mi neceser. Mi cita era a las 2:00 de la tarde de un domingo bochornoso. Tenía 10 minutos para llegar, tomé un taxi. Llegué puntual, entré, di mi credencial y una mujer de cabello rojo me dio la peor noticia del día´"Adán no está" ... Me desmoroné, salí amenazante y echando tiros. Es que ese del espejo ya no soy yo.

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